Cómo conservar el ajo – siempre ajo fresco
¿Cómo conservar los ajos? ¿Cómo conservar correctamente los ajos? No hay nada mejor que el sabor penetrante y característico del ajo fresco. Por eso es importante aprender a conservar bien el ajo, porque cuando empieza a estropearse, brota y se vuelve amargo.
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Cómo conservar el ajo
Tanto si le gusta añadir ajo a los adobos como si lo utiliza para realzar recetas con salmón, un diente que se ha estropeado no sirve.
Cómo conservar los ajos frescos durante más tiempo
En primer lugar, elige bien los dientes de ajo. Busque cabezas de ajo enteras con la piel bien apretada y dientes firmes. Evite los que estén blandos y esté atento a los brotes (brotes verdes brillantes que salen de la parte superior de cada diente de ajo). ¿Cuándo plantar ajos? El mejor momento para plantar
El ajo de color morado es perfectamente válido, sólo que se trata de una variedad completamente diferente. El ajo morado, llamado ajo de cuello duro, tiene un tallo leñoso que atraviesa el centro de la cabeza. El ajo de cuello blanco o ajo de cuello blando no tiene este tallo. Las dos variedades pueden utilizarse indistintamente. Cómo conservar el ajo.
Independientemente del tipo de ajo que elija, a continuación le indicamos cómo conservar su caldo para que dure:
1. Guarde el ajo entero a temperatura ambiente
Cómo conservar el ajo. Guarde las cabezas de ajo enteras en un lugar fresco y seco, en una bolsa o recipiente con buena circulación de aire (como una bolsa de malla o una cesta de tejido holgado). Guárdelo en la despensa o en una cesta sobre la encimera, protegido de la luz solar.
2. Conservar los ajos pelados en el frigorífico – Cómo conservar los ajos
Aunque no somos partidarios de guardar cabezas enteras de ajo en la nevera (puede estimular la germinación), el frigorífico es un lugar estupendo para guardar dientes pelados enteros, rodajas o ajo picado. Por ejemplo, si has picado un manojo de ajos para una receta y te sobran, guárdalos en un recipiente hermético en el frigorífico. Utilícelo en un plazo de 2 a 3 días.
3. Guardar muchos ajos en el congelador – Cómo guardar ajos
¿Tienes montones de cabezas? He aquí una forma fácil (¡y deliciosa!) de utilizarlos: Precalentar el horno a 200 °C. Cortar 1 cm de la parte superior de las cabezas de ajo enteras; desecharlas. Colocar cada cabeza de ajo sobre un trozo de papel de aluminio, rociar con aceite de oliva y salpimentar. Envuélvalo bien y colóquelo en una fuente de horno. Hornear de 50 a 60 minutos hasta que estén dorados y blandos. Dejar enfriar un poco, luego exprimir el ajo de las pieles en bandejas de cubitos de hielo, tapar y congelar. Cómo plantar ajos en otoño – Consejos y ayuda
Otra posibilidad es picar finamente, rallar o prensar dientes de ajo crudos en cubiteras, cubrirlos con aceite y congelarlos. Una nota rápida sobre seguridad alimentaria: es importante congelar esta mezcla de inmediato para evitar enfermedades transmitidas por los alimentos. No lo almacene ni lo conserve a temperatura ambiente.
4. Deshidratación del ajo
Puede secar los dientes de ajo frescos, firmes y sin ampollas para hacer sabrosos «chips» de ajo que añaden sabor a todo, desde el arroz hasta el pollo. Para prepararlos, pela y corta los clavos por la mitad a lo largo y sigue las instrucciones de tu deshidratador. Para deshidratar el ajo en el horno, séquelo a 60 °C durante 2 horas, luego reduzca la temperatura a 50 °C y continúe el secado de 4 a 6 horas o hasta que el ajo esté crujiente. Conservar en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Cómo conservar el ajo.
Sin embargo, si la bolsa que compraste en la tienda de venta libre está a punto de estropearse, tenemos otra idea para ti: ¡úsala! He aquí algunas de nuestras recetas favoritas para los amantes del ajo:
- Espinacas con ajo y limón
- Gambas con dientes de ajo
- Puré de patatas y coliflor con ajo asado
- Mini albóndigas con tomate al ajillo
- Pollo al pimentón con garbanzos crujientes y tomates
- Cerveza para el pelo
Conclusión – Cómo conservar el ajo
El ajo es un ingrediente esencial en muchas recetas; todo cocinero casero sabe que es importante tenerlo a mano. Las cabezas de ajo enteras pueden conservarse a temperatura ambiente en un lugar seco y oscuro, los dientes pelados o en rodajas pueden guardarse en un recipiente hermético en el frigorífico, o puede congelar el ajo asado o el ajo fresco en aceite. Gracias a las distintas formas de conservar (¡y comer!) el ajo fresco, nunca más tendrá que prescindir de él.